sábado, 19 de enero de 2013

6. EPIFANÍA: MANIFESTACIÓN AÚN NO COMPLETA

Celebrando la fiesta de la Epifanía, que significa manifestación, pidamos al Señor que se exprese muy claramente a nuestras almas. Digámosle: “Ya muchas veces Señor, me has esclarecido con los rayos benéficos de tu luz divina, pero aún no estoy completamente iluminada; aún hay muchas tinieblas en mí, que tú puedes despejar, y muchas dudas que puedes destruir. Ilumina mi mente, enciende mi corazón y haz que todo lo que soy, sea todo tuyo, consagrado exclusiva y totalmente a ti”. 
La fiesta de la Epifanía es muy apropiada para hacer la consagración de amor a María Santísima. Hagámosla con el mayor fervor posible. María nos ha conducido a Jesús, y Jesús nos conducirá a María, su dulcísima Madre.  Uniéndonos a Jesús para honrar a su Madre, le ayudamos, en cierta manera, a pagar su deuda de gratitud a María. Jesús recibió la vida natural de María, y nosotros recibimos de ella la vida espiritual. De manera que estamos unidos a Jesús en esta deuda común de gratitud, y cuanto más íntimamente estamos unidos a Jesús, tanto más perfectamente rezaremos. 

Consejos a Graglia. 4 de enero de 1889

No hay comentarios:

Publicar un comentario