miércoles, 29 de febrero de 2012

MONICIONES PARA EL RITO DE LA PRIMERA PROFESIÓN RELIGIOSA

I.-  RITOS INICIALES:



Monitor:

Queridos hermanos y hermanas, hoy sábado del tiempo de Cuaresma, el Señor nos ha reunido para celebrar los grandes misterios de nuestra fe. Y al mismo tiempo nos regocijamos porque en este día realizarán su primera profesión, ocho hermanos nuestros:



NOMBRES:      

Ellos expresarán su amor total, exclusive, inmediato, indivisible y perenne a Dios, a quien se consagrarán mediante la emisión de los votos de castidad, pobreza y obediencia.



            Preside nuestra celebración el Rvdo. NOMBRE. Superior Provincial. Puestos en pie damos inicio a nuestra celebración entonando el canto Nº. # 01.





CANTO Nº 01 PUEBLO DE REYES



PUEBLO DE REYES, ASAMBLEA SANTA. PUEBLO SACERDOTAL, PUEBLO DE DIOS, BENDICE A TU SEÑOR.



Te cantamos, ¡Oh Hijo amado del Padre!

Te alabamos, Eterna Palabra salida de Dios.

Te cantamos, ¡Oh Hijo de la Virgen María!

Te alabamos,  ¡Oh Cristo nuestro hermano, nuestro Salvador!



Te cantamos, a ti esplendor de la gloria.

Te alabamos estrella radiante que anuncias el día.

Te cantamos, ¡Oh Luz que iluminas nuestra sombras! 

Te alabamos, antorcha de la nueva Jerusalén.



Te cantamos, Mesías que anunciaron los profetas.

Te alabamos, ¡Oh Hijo de Abraham e hijo de David!  

Te cantamos, Mesías esperado por los pobres.

 Te alabamos, ¡Oh Cristo nuestro rey de humilde corazón!



Te cantamos, mediador entre Dios y los hombres.   

Te alabamos, ¡Oh ruta viviente camino del cielo!

Te cantamos sacerdote de la nueva alianza.

Te alabamos, tú eres nuestra paz por la sangre de la cruz.





CANTO Nº 02  PIEDAD



Señor ten piedad

Cristo ten piedad

Señor ten piedad.



Monitor:

Con el himno del gloria alabemos todos juntos a Cristo Jesús nuestro salvador, con el canto Nº 03



CANTO Nº 03 GLORIA GIOMBINI



Gloria, gloria.  A Dios en lo alto del cielo, gloria.  /Y en la tierra

(Paz a los hombres). (bis)

Paz a los hombres que ama el Señor.

Te alabamos (bis)

Te bendecimos (bis)

Te adoramos (bis)

Te glorificamos (bis)

Te damos (bis)

gracias (por tu inmensa),

por tu inmensa gloria. 

Señor Hijo Único,

Jesucristo, Señor Dios.

Cordero de Dios, Hijo del Padre. 

Tú que quitas el pecado,

El pecado del mundo, ten piedad de nosotros,

ten piedad de nosotros.

Tú que quitas el pecado, el pecado del mundo,

atiende  a nuestras súplicas.

Tú que estás a la derecha, a la derecha del Padre,

Ten piedad de nosotros, ten piedad de nosotros.  Porque solo tú eres santo (bis)

Solo tú Señor (bis).

Sólo tú Altísimo (bis)

Jesucristo (bis)

con el Espíritu (bis)

Santo (en la gloria de Dios Padre)

/en la gloria de Dios Padre.  Amén/ (bis)







II.-  LITURGIA DE LA PALABRA:





Monitor:

Las lecturas de hoy nos hablan de la llamada de Dios y la respuesta generosa del hombre, pues es Dios quien llama al hombre a su servicio y el hombre es quien libremente responde a su llamada poniéndose en su camino. San pablo, en su carta a los Filipenses, nos exhorta a olvidarnos de lo que queda atrás y correr hacia la meta para ganar el premio que Cristo nos tiene preparado.





PRIMERA LECTURA:



Lectura del primer libro de Samuel. 3, 1- 10



En aquellos días, el pequeño Samuel servía en el templo del Señor bajo la vigilancia de Elí. Por aquellos días las palabras del Señor eran raras y no eran frecuentes las visiones.

Un día estaba Elí acostado en su habitación; se le iba apagando la vista y casa no podía ver. Aún ardía la lámpara, y Samuel estaba acostado en el templo del Señor, donde estaba el arca de Dios. El Señor llamó a Samuel y él respondió:

-          Aquí estoy.

Fue corriendo a donde estaba Elí y le dijo:

-          Aquí estoy, vengo porque me has llamado.

Respondió Elí:

-          No te he llamado; vuelve a acostarse.

Samuel volvió a acostarse.

Volvió a llamar el Señor a Samuel.

El se levantó y fue a donde estaba Elí y le dijo:

-          Aquí estoy; vengo porque me has llamado.

Respondió Elí:

No te he llamado: vuelve a acostarte.

Aún lo conocía Samuel al Señor, pues no le había sido revelada la palabra del Señor.

Por tercera vez llamó el Señor a Samuel y él fue a donde estaba Elí  y le dijo:

-          Aquí estoy; vengo porque me has llamado.

Elí comprendió que era el Señor quien llamaba al muchacho, y dijo a Samuel:

-          Anda, acuéstate; y si te llama alguien, responde: habla, Señor, que tu siervo te escucha.

Samuel fue se acostó en su sitio. El Señor se presentó y le llamó como antes:

-          ¡Samuel, Samuel!

Él respondió:

-          Habla, Señor, que tu siervo te escucha.



Palabra de Dios.

Te alabamos Señor.





SALMO RESPONSORIAL: 39, 2 y 4ab, 7- 8a. 8b – 9. 10. 12



R. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.



Yo esperaba con ansia al Señor:

Él se inclinó y escuchó mi grito;

Me puso en la boca un cántico nuevo,

Un himno a nuestro Dios.



Tú no quieres sacrificios ni ofrendas,

Y, en cambio, me abriste el oído;

No pides sacrificio expiatorio,

Entonces yo digo: “Aquí estoy”.



-  Como está escrito en mi libro  -

“para hacer tu voluntad”.

Dios mío, lo quiero,

Y llevo tu ley en las entrañas.



He proclamado tu salvación

ante la gran asamblea;

no he cerrado los labios;

Señor, tú lo sabes.



Tú, Señor, no me cierres tus entrañas,

Que tu misericordia y tu lealtad

Me guarden siempre.





SEGUNDA LECTURA:



Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Filipenses 3, 8 – 14.



Hermanos:

Todo lo estimo pérdida

Comparado con la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor.

Por él lo perdí todo, y todo lo estimo basura con tal de ganar a Cristo, y existir en él,

No con una justicia mía – la de la ley –,

Sino con la que viene de la fe de Cristo,

La justicia que viene de Dios y se apoya en la fe.

¡Para conocerlo a él , y la fuerza de su resurrección,

y la comunión con sus padecimientos, muriendo su misma muerte,

para llegar un día a la resurrección de entre los muertos!

 No es que haya conseguido el premio,

O que ya esté en la meta:

Yo sigo corriendo.

Y aunque poseo el premio,

Porque Cristo Jesús me lo ha entregado,

Hermanos, yo a mí mismo me considero como si aún no hubiera conseguido el premio.

Solo busco una cosa:

Olvidándome de los que queda atrás

Y lanzándome hacia lo que está por delante,

Corro hacia la meta, para ganar el premio,

Al que Dios desde arriba me llama en Cristo Jesus.



Palabra de Dios.

Te alabamos Señor.





ACLAMACIÓN:



Tu palabra me da vida, confío en ti, señor. Tu palabra es eterna, en ella esperaré…



Antífona: Os doy un mandamiento nuevo, que os améis unos a otros como yo os he amado, dice el Señor







EVANGELIO:



Lectura del santo Evangelio según San Juan 15, 9 – 17



En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:



        Como el Padre me ha amado, así os he amado yo: permaneced en mi amor.

Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor;

Lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco es su amor.

Os he hablado de esto para que mi alegría esté con vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud.

Este es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado.

Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos.

Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando.

Ya  no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor: a vosotros os llamo amigos, porque todo lo que he oído al Padre os lo he dado a conocer.

No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido; y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto dure.

De modo que lo que pidáis al Padre en mi nombre, os lo dé.

De este modo: que os améis unos a otros.



Palabra del Señor,

Gloria a ti Señor Jesús





III.- PROFESIÓN RELIGIOSA



LLAMAMIENTO





Monitor:



Los candidatos a la vida religiosa son llamados por el Padre Maestro de Novicios para expresar, delante del Padre Provincial y la asamblea reunida, su deseo de pertenecer a la Congregación de los Oblatos de San José.





Cada uno de los que van a profesar contestarán:



-Presente.



Después, el celebrante pregunta a los que van a profesar:



-Hijos muy queridos ¿qué piden Ustedes a Dios y a su santa Iglesia?



Los candidatos responden juntos:



-La misericordia del Señor y la gracia de servirle con mayor perfección como miembro de vuestra familia.



El celebrante y la comunidad religiosa responden:



- Demos gracias a Dios





HOMILÍA



(Terminada la homilía y después de un breve silencio los candidatos se ponen de pie)





INTERROGATORIO





Monitor:

El Padre Provincial interrogará a los que van a profesar si están dispuestos a consagrarse a Dios y a vivir la Caridad Perfecta según las Constituciones y el Reglamento de los Oblatos de San José. De este modo se pondrá de manifiesto el carácter libre y voluntario del compromiso que asumirán.



El celebrante pregunta:



-Hijos muy queridos, Ustedes están ya consagrados a Dios por el bautismo, ¿quieren unirse más íntimamente al Señor por el nuevo y especial título de la profesión religiosa?



Los que van a profesar conjuntamente responden:



-Sí, lo quiero.



El celebrante:



-¿Quieren vivir la castidad por el reino de Dios, abrazar la pobreza voluntaria, y ofrecer a Dios el don de su obediencia, para seguir a Cristo en el camino de la perfección evangélica?



Los candidatos:



-Sí, lo quiero.



El celebrante toma acto de su decisión con estas palabras:



-Dios omnipotente se lo conceda con su gracia.



Todos:

-Amén.



(Terminado el interrogatorio todos se ponen de pie para la oración)



ORACIÓN

El celebrante invita a los presentes a implorar el auxilio divino diciendo:



-Oremos.



Todos oran por un instante en silencio.

Luego el celebrante prosigue:



-Mira, Señor, a estos hijos tuyos, quienes hoy, mediante su profesión ante la Iglesia, quieren consagrarse a ti, practicando los consejos evangélicos. Haz que su vida glorifique tu nombre y coopere en el ministerio de la redención. Por Cristo nuestro Señor.



Todos: Amén.



(Terminada la oración sólo los candidatos permanecen de pie. Los demás pueden tomar asiento)







PROFESIÓN



Monitor:

El tender a la santidad por medio de los votos de castidad, pobreza y obediencia en síntesis el programa de la vida religiosa. Los que profesarán, habiendo encontrado en Jesús al único que puede llenar a plenitud su corazón, se acercarán al superior Provincial para pronunciar la fórmula de su profesión religiosa, mediante la cual son totalmente de Dios.





“Yo NN. , para la gloria de Dios…





ENTREGA DEL HÁBITO RELIGIOSO



Monitor:



Seguidamente, el Padre Provincial, junto con el Padre maestro de Novicios, entrega a cada uno de los Neo-Profesos el hábito religioso, que es el signo visible de consagración a Dios, de pobreza y de pertenencia a la familia religiosa de los Oblatos de San José.



El celebrante ayudado por el Maestro de Novicios entrega a cada uno de los neo-profesos el hábito religioso diciendo:



-Recibe este hábito religioso, signo de tu nueva vida en nuestra Congregación, y guarda en tu corazón la fidelidad al Señor que delante de Todos te recuerda este signo de tu consagración.



El profeso responde:



-Amén.



Y se reviste el hábito en un lugar apropiado.



CANTO Nº 04  VEN Y SÍGUEME



Me pides, Señor, que yo te siga, me pides que me ponga a caminar difícil para mí es complacerte, es mucho lo que tengo que dejar. Me llamas, Señor, a ser apóstol, sabes que es mucho para mí, quisiera algún día yo seguirte. Es mucho lo que tengo que dejar.



VEN Y SÍGUEME, NO ESPERES MAS, YO JUNTO A TI, SIEMPRE ESTARÉ, NO TEMAS, QUE PALABRAS TENDRÁS QUE DECIR,  YO POR TU BOCA HABLARE. (BIS)



Porque te fijas tú en mi persona, habiendo otras más fuertes que yo, de mi no esperes nunca algo grande, soy débil y cobarde sabes bien. Señor quiero decirte otra cosa, mis amigos de mi se reirán, dame tu fuerza y valentía, dame tu la vida y la fe.





Canto Nº 05 TU LLAMADA





Fue tu llamada, Señor, al corazón cerca del mar, con mi barca y poco más. Seguiré escuchando hoy tu voz, para mí; un gesto claro de amor.





Y TU LLAMADA ME LLENÓ DE PAZ Y COMPRENDÍ LO QUE ERA AMAR. HOY TU LLAMADA VUELVE A RESONAR, SEÑOR, JESÚS, ES CADA DÍA LA FUERZA PARA ANDAR.

Final: Y TU LLAMADA HOPY VUELVE A RESONAR EN MI INTERIOR, GUÍAME POR ESTE MAR.





Sin rumbo fijo, Señor, de mar en mar, de puerto en puerto, no he encontrado lugar. Invoqué el mejor viento a mi favor y encontré tu mano firme al timón.







ENTREGA DE LAS CONSTITUCIONES Y REGLAMENTO GENERAL





Monitor:

Seguidamente el Superior entrega a cada uno de los Neo-Profesos el libro de las Constituciones y Reglamentos, que para nosotros los Oblatos es nuestro “pequeño Evangelio”. En ellos tenemos el programa de vida para alcanzar la meta a la que estamos llamados. Ser santos al estilo de San José.





Los neo-profesos se presentan al celebrante, quien entrega a cada uno el libro de las Constituciones diciendo:





-Recibe la Regla de nuestra familia, para que guardándola fielmente puedas alcanzar el amor perfecto.



El neo-profeso responde: Amén.



Recibido el libro, vuelve a su sitio.



 (Todos se ponen de pie  para la oración de los fieles)







ORACIÓN DE LOS FIELES



Monitor:

Ahora presentemos nuestras súplicas a Dios por la santa Madre Iglesia y por estos hermanos nuestros neo-profesos que hoy han entregado su vida entera a Dios.





Sacerdote:

Hoy nuestra comunidad está de fiesta por la profesión de estos hermanos nuestros que quieren dedicarse con más entrega al servicio de Cristo y de la Iglesia.

Unidos en la oración, invoquemos a Dios nuestro Padre, que los bendiga y los confirme en su propósito.

-       Por la Iglesia de Dios, para que iluminada por la virtud de sus hijos resplandezca siempre más ante Cristo su esposo. Roguemos al Señor.

-       Por el Sumo Pontífice y todos los Obispos, para que fieles al ministerio apostólico alimenten con su palabra y guíen con amor tierno a toda la grey de Cristo. Roguemos al Señor.

-       Para que los religiosos, a ejemplo del Divino Maestro, busquen ardientemente anunciar el Evangelio a los pobres, cuidar a los enfermos y socorrer a los necesitados. Roguemos al Señor.

-       Por todos los consagrados a Dios, para que den ejemplo de amor fraternal y como los primeros discípulos de Jesús sean un solo corazón y una sola alma. Roguemos al Señor.



-       Por nuestros hermanos:

1.             Juan Berrú Chinchay

2.             Dilmer Cabrera Vásquez.

3.             Marco Espíritu Venturo.

4.             Joseph Facho Valenzuela.

5.             Rollber Monzón Contreras.

6.             Jesús Navarro Díaz.

7.             Manuel Pérez Rojas.

8.             Juan Villanueva Colchado.

Que hoy se han consagrado a Dios, para que en su vida pobre, casta y obediente, manifiesten la fecundidad de la Iglesia, sean amigo de los pobres y atraigan a los lejanos al suave yugo de Cristo. Roguemos al Señor.

-       Por todos nosotros aquí presentes, para que en la oración y el ejemplo seamos luz y levadura del mundo. Roguemos al Señor.





Sacerdote:

Recibe, Señor, las súplicas de tu pueblo y por la intercesión de la Bienaventurada Virgen María, madre de la Iglesia, derrama el Espíritu Santo sobre esto hijos tuyos a quienes has llamado a seguir más de cerca de Cristo, para que cumplan en toda su vida lo que prometen en la primera profesión. Por Cristo nuestro Señor.

Todos: Amén.





IV.-  LITURGIA EUCARÍSTICA



PRESENTACIÓN DE DONES



Monitor:

Te presentamos, Señor, el pan y el vino, que son el fruto del trabajo del hombre, y que se convertirán en cuerpo y sangre de Cristo. Ponemos en tus manos la vida de todos estos neo-profesos para que Tú te hagas uno con ellos, los trasformes en criaturas nuevas y los protejas en todos los días de su vida. Entonamos el canto Nº 06





CANTO Nº 06 ANTIGUA, ETERNA DANZA



Espigas de oro al viento, antigua, eterna danza, es pan que te ofrecemos en signo de alabanza. Uva ya madura, perfume de alegría, en vino se transforma, bebida que da vida.



Con el pan y el vino, Señor hoy te ofrecemos, consuelos e ilusiones, tristezas y dolores.  Frutos del trabajo, confianza en el futuro, la fuerza y el deseo, para empezar de nuevo.



Fuente de esperanza, Dios Padre, Dios cercano, acoge nuestra ofrenda que aquí te presentamos.  Dios del universo, reúne a los dispersos haciéndonos Iglesia todos uno en Ti







CANTO Nº 07 ESTO QUE TE DOY



Esto que te doy, es vino y pan, Señor.  Esto que te doy es mi trabajo, es mi corazón, mi alma, es mi cuerpo y mi dolor, el esfuerzo de mi caminar. 



Esto que te doy, mi vida es, Señor.  Es mi amor, también es mi dolor,  es la ilusión, mis sueños, es mi gozo y mi llorar, es mi canto y mi oración.



TOMA MI VIDA, PONLA EN TU CORAZÓN.  DAME TU MANO Y LLÉVAME.  CAMBIA MI PAN EN TU CARNE Y MI VINO EN TU SANGRE, Y A MÍ, SEÑOR, RENUÉVAME, LÍMPIAME Y SÁLVAME.



Esto que te doy, con todo el corazón es mi esfuerzo de ser más cristiano. Es mi  ilusión, mi gozo, son mis luchas y mi dolor, es mi canto  en comunidad.





CANTO Nº  08 SANTO (POLI)





Santo, santo, santo es  el Señor, Dios del Universo llenos están los cielos y la tierra de tu gloria.



HOSANNA EN EL CIELO  HOSANA EN LAS ALTURAS, BENDITO ES EL QUE VIENE EN NOMBRE DEL SEÑOR (bis).





Rito de comunión

Padre nuestro

Agnus Dei



Canto Nº  09 CORDERO (Dynamis)



Cordero de Dios tu que quitas el pecado del mundo.

Ten piedad de nosotros.

Cordero de Dios tu que quitas el pecado del mundo.

Ten piedad de nosotros.

Cordero de Dios tu que quitas el pecado del mundo.

Danos la paz.



(Este es el cordero de dios que quita el pecado del mundo. Dichosos los invitados a la cena del señor.)





COMUNIÓN EUCARÍSTICA



Monitor:

Cristo viene a nosotros y se hace uno con nosotros cuando lo comulgamos, de modo que ya no vivimos nosotros sino que es Cristo quien vive en nosotros. Por eso, acerquémonos a recibir a Cristo en nuestro corazón. Acompañamos este momento con el canto Nº 10.





CANTOS Nº 10 EUCARISTÍA DIVINO MANJAR



Son tu Cuerpo y tu Sangre, Señor,

maravilla y prodigio de amor.

Alimento del alma, riqueza sin par, divino manjar (bis)



EUCARISTÍA, DIVINO ALIMENTO,

 CELESTIAL SUSTENTO PARA CAMINAR.

EUCARISTÍA, DIVINO ALIMENTO,

DON DEL CIELO PARA EL MUNDO ENTERO.

SACRAMENTO, DIVINO MANJAR



Anunciamos tu muerte, Señor,

proclamamos tu resurrección.

De tu altar recibimos la fuerza, el valor para la Misión (bis)



Sacerdotes, ministros de luz, consagrados por Cristo Jesús.

A sus manos desciendes al oír su voz, Cordero de Dios (bis)



En tu seno Jesús se encarnó, Oh, María, Sagrario de Dios.

 Pura, Llena de Gracia, Madre Virginal, Reina Celestial (bis)







CANTO Nº 11 QUIERO COMULGAR





Hoy te quiero contar Jesús amigo que contigo estoy feliz, si tengo tu amistadlo tengo todo, pues estás dentro de mí.

Después de comulgar me haces como tú, me llenas con tu paz, en cada pedacito de este pan completo estás y así te das.

Estas allí por mí porque conoces que sin ti pequeño sol de ahora en adelante nada nos separará ya lo verás.

TE ESCONDES EN EL PN, DONDE YO TE PUEDO VER, TE PUEDO ACOMPAÑAR ES MI LUGAR PREFERIDO, HOY QUIERO COMULGAR ABRIRTE MI CORAZÓN. ASÍ DE PAR EN PAR, ERES MI MEJOR AMIGO.

Dos mil años atrás a tus amigos invitaste a cenar allí les prometiste que con ellos por siempre ibas estar. Y ahora cada vez que el sacerdote eleva el pan en el altar, me pongo de rodillas porque sé que esa hostia tú estás.



TE ESCONDES EN EL PAN, DONDE YO TE PUEDO VER, TE PUEDO ACOMPAÑAR ES MI LUGAR PREFERIDO, HOY QUIERO COMULGAR ABRIRTE MI CORAZON ASI DE PAR EN PAR ERES MI MEJOR AMIGO. ME VUELVES A SALVAR COMO LO HICISTE EN LA CRUZ EN CADA MISA TÚ REPITES TU SACRIFICIO. HOY QUIERO COMULGAR ABRIRTE MI CORAZÓN. ASÍ DE PAR EN PAR, ERES MI MEJOR AMIGO, JESÚS.







Acción de gracias

CANTO Nº 12 TOMAD, SEÑOR



Tomad, Señor y recibid toda mi libertad, mi memoria, mi entendimiento y toda mi voluntad. 



Vos me lo diste y a vos, Señor, lo torno.  Todo es vuestro, disponed según vuestra voluntad.



DADME VUESTRO AMOR Y GRACIA, QUE ESTA ME BASTA (bis).





(Después de la oración de post comunión los neo profesos harán su acción de gracias con un canto)





V.- RITOS FINALES



Bendición solemne.

 





Y la bendición de Dios todopoderoso, +Padre, +Hijo, y +Espíritu Santo, descienda sobre ustedes.

Todos: Amén.



Monitor:

Agradecidos a Dios por estos hermanos nuestros que hoy han sido consagrados por Dios, y sabiendo que  a todos nos ha dirigido Dios su mensaje para preparar el camino del Reino que Cristo trae a la tierra. Esforcémonos pues, por cumplirlo. Que nuestra meta sea siempre estar con Cristo todos los días de nuestra vida, especialmente en la santa comunión. Entonamos el canto Nº 12.





CANTO N º 13 AVE THEOTOKOS



SALVE MARÍA THEOTOKOS LA MADRE DE DIOS. SALVE MARÍA SIEMPRE VIRGEN Y MADRE DE DIOS (bis).



En ti vemos ya nuestra resurrección. Asunta  al cielo estás.



SALVE MARÍA, THEOTOKOS, LA MADRE DE DIOS. SALVE MARÍA LA REINA DEL CIELO, LA MADRE DE DIOS.



En ti se regocija toda la creación pues por ti ya llegó la palabra de Dios nuestra salvación.



SALVE MARÍA THEOTOKOS LA MADRE DE DIOS. SALVE MARÍA SIEMPRE VIRGEN Y MADRE DE DIOS.


martes, 28 de febrero de 2012

ORACIONES Y REFLEXIONES PARA LA NOVENA EN HONOR DE SAN JOSÉ

Esta novena ha sido compuesta en un momento de particular sufrimiento en nuestra vida. Habíamos tenido siempre una gran amor y una particular predilección hacia San José; el uno y la otra nos habían sido transmitidos por la Virgen.
La esposa purísima ha expresado su agradecimiento por esta novena en honor de su castísimo esposo y ha manifestado el deseo de que fuese publicada antes que su vida, para hacer conocer y amar a aquel que ha tenido el privilegio y la responsabilidad de ser llamado "padre" del Hijo de Dios.


El mismo San José, ha manifestado su agradecimiento como resultado de su mensaje del 19 de marzo de 1994.


Confiamos que la meditación de esta novena pueda comportar bienes espirituales a nuestros hermanos como ha hecho con nosotros.


Oración

Amado y silencioso San José, queremos volver a recorrer tu existencia terrena poco a poco, ella es una recta luminosa que llega a Dios. Como un recta que forma muchos puntos, así tu vida está llena de muchas etapas intermedias, preciosas e importantes que preceden a la meta final: la felicidad y el gozo del Paraíso.
Te invitamos a estar presente en nuestra vida para tener la garantía de gozar de la compañía de tu esposa y de la gracia de tu hijo putativo que has amado, reconocido y adorado como a tu Dios.



PRIMER DIA


El nacimiento de un lirio: San José



San José en su nacimiento fue acogido por la complacencia y la sonrisa de la Santísima Trinidad.


Cada una de las Tres Personas Divinas obraron y dejaron su propia huella en el alma de esta criatura elegida para un destino tan alto, como silencioso y oculto.
Dios Padre lo preparó a la misión de ser esposo de María y a la responsabilidad de ser padre putativo de su Divino Hijo.


Dios Hijo lo amó con un amor único y particular, lo llamó con el dulce nombre de "padre", lo ha respetó y escuchó como hijo dócil y obediente.
Dios Espíritu Santo lo enriqueció con dones, gracias y carismas particulares, para que pudiese desarrollar con humilde abandono, su papel en el plano de la salvación.


El nacimiento de San José es como el primer resplandor que, en el firmamento celeste, preanuncia la aurora de las primeras horas del día: María, y el esplendor del sol a mediodía: Jesús.
El nacimiento de San José anticipa, precede al nacimiento de María y al nacimiento de Jesús, es una luz más tenue respeto a aquella llena de María y a aquella fúlgida de Jesús, pero es una luz que Dios ama, aprecia y reconoce en medio del latir de tantas luces.



SEGUNDO DIA


San José: adolescente humilde y dócil



San José vivió su adolescencia en la sencillez, en la docilidad y en el respeto hacia sus padres.


Para ejercitar, de adulto, papeles importantes y responsabilidad delicada, es necesario adquirir en la adolescencia un estilo de vida que debe ser plasmado con autoridad por los educadores, porque pretender que se formen solos significa exponerse a un peligro serio y un seguro fracaso.


El amor respetuoso y confiado de San José hacia sus padres fue un amor en continuo crecimiento porque, por disponibilidad natural, presente en cada niño, fue convirtiéndose progresivamente en una virtud, sostenida por su interés y ayuda de Dios.


José observó con fe y convicción el mandamiento divino: honrar al padre y a la madre. En ellos no vio sólo personas maduras y expertas, sino a Dios mismo que se sirve de sus criaturas y los eleva a la dignidad y responsabilidad de ser sus colaboradores en la acción del crecimiento humano y espiritual del hombre. Si San José ha vivido el papel de esposo y de padre putativo con madurez, responsabilidad y autoridad es porqué ha vencido y dominado el orgullo, ha vivido sereno y confiado de forma oculta.


Ha reservado el primer lugar a Dios, inmediatamente después ha colocado al prójimo, y para sí ha querido siempre el último sitio.



TERCER DIA


San José: joven puro

San José es un testimonio luminoso y convincente de una vida hermoseada por una virtud tan amada de Dios: la pureza.


Los puros recuerdan, a un mundo que se sumerge cada vez más en los placeres desordenados de la carne, que la pureza es la condición definitiva y final del hombre: "Seréis como ángeles de Dios en el cielo" (Mt 22,30)
La pureza permite al hombre vivir con Dios una realización íntima y dedicarse de manera generosa al servicio de los hermanos.


La pureza ha sido una virtud que San José ha custodiado celosamente durante los años de juventud y de vida conyugal, yendo incluso contra la mentalidad de su pueblo y de su tiempo que sólo consideraba como transitoria la elección de vivir casto y nunca definitiva.


San José ha defendido su pureza de la concupiscencia de la carne, de las tentaciones del demonio y de los apremios del mundo con la oración, la vigilancia, el ayuno.


San José ha estado dispuesto y feliz de ofrecer a Dios el lirio de su pureza, el mismo lirio que después con María ofrecerá de nuevo a Dios durante los años de la vida conyugal.


El casto esposo de la Virgen puede ayudarnos a comprender la belleza de la pureza, pero sobretodo puede orar, interceder por nosotros en los momentos de las tentaciones y en los momentos en los que nuestra pureza puede ser comprometida.



CUARTO DIA


José y María desposados

José y María son propuestos, a los jóvenes que se aman, como la pareja que ha llegado a la altura más sublime del amor intenso en toda su extensión, profundidad y plenitud.


Cuando los dos jóvenes se ven por primera vez sienten nacer en su corazón un amor puro y auténtico. José y María experimentan aquellos sentimientos, emociones y afectos que indican que ha nacido la flor del amor, aquel amor que tiene a Dios como fuente y como meta, son conscientes de haberse encontrado porque Dios ha puesto al uno en el camino del otro.


José descubre, por iluminación interior, que su futura esposa está dotada de dones particulares: los dones naturales, preternaturales y sobrenaturales. María se da cuenta que su futuro esposo es justo, respetuoso de la ley de Dios, amante de la oración, dispuesto al sacrificio.


El amor de estos dos jóvenes crece cada día más. Ellos se comprometen en conocerse, comprenderse y ayudarse. Oran juntos y la oración, además de unirlos a Dios, los une cada vez más entre ellos. Ayunan juntos y esto infunde en ellos nuevas energías espirituales. Meditan juntos la Palabra de Dios y en su alma aumenta la luz que les hace conocer y aceptar los designios que Dios tiene para ellos.


Cuántas veces han leído los pasajes del Antiguo Testamento que hablan del Mesías y en su corazón han experimentado emociones y conmociones particulares.


Los jóvenes José y María son el ejemplo y el testimonio más luminoso y completo para los jóvenes de todos los tiempos que se preparan a pronunciar su "si" definitivo delante de Dios



QUINTO DIA


El amor de los Esposos José y María



El amor que une a María y José es el más elevado, completo y auténtico amor conyugal. Se sienten realmente marido y mujer, son esposos por voluntad de Dios, pero también por elección y aceptación personal. María y José han querido, no podía ser de otro modo, estar unidos por el amor que tiene a Dios como fuente y meta, no por el amor que nace del empuje y exigencias físicas o que privilegia solo alguna facultad o cualidad del cuerpo.


El amor que proviene de Dios eleva al hombre a alturas vertiginosas, el amor que nace de otras fuentes no es capaz de elevarse más allá de la modesta dimensión terrena. María y José, cuando se unieron en matrimonio, eran hermosos, jóvenes, llenos de amor recíproco, formaban juntos una pareja hermosísima.
Estos esposos estaban también admirados y enamorados el uno del otro, de la belleza espiritual, tenían privilegiadas las cualidades del alma, las únicas que permiten vivir en compañía de Dios sobre la tierra y en completo servicio a los hermanos.


Han amado y se han amado como amarán todos los hombres en el paraíso después de la resurrección de los cuerpos, como nos ha enseñado Jesús.
José y María, esposos auténticos y maravillosos, nos enseñan que sólo de Dios nace el verdadero amor que une para siempre a un hombre y una mujer.



SEXTO DIA


José y la familia



La santa familia de Nazaret se propone como ejemplo a todas las familias cristianas. Jesús, María y José viven cada uno el propio papel con sencillez, autenticidad y amor. Jesús es el hijo dócil y obediente, María es la esposa y madre responsable y generosa, José es el esposo y el padre animado de auténtico espíritu de servicio.


Las horas de la jornada estaban armonizadas por la oración común y la lectura de la Palabra de Dios. Los momentos más deseados y esperados eran aquellos en los que la sagrada familia se reunía en una conversación en la que se veía a Jesús como maestro y María y José como discípulos.


El hijo de Dios, encarnándose, había nacido (Fil 2,6) sin renunciar a sus atributos divinos y en la intimidad de la casa de Nazaret, se manifiesta como "Palabra de Dios" (Jn 1,1)


Los corazones buenos y sinceros de María y José eran la tierra buena donde, cayendo la palabra de Dios, producía el fruto "ciento por uno" (Lc 8,5-15)
José y María escuchando a Jesús, no estaban estupefactos como los doctores del templo, por su inteligencia (Lc 2, 47), sabían escuchar al Hijo de Dios y lo escuchaban con amor y fe.


Por tanto, Jesús, el Hijo de Dios, quiso estar sujeto a un hombre (Lc 2,51) y José no se sustrajo a su tarea delicada y comprometida, sino que la vivió con serenidad, responsabilidad y convicción, porque sabía que ésta era la voluntad de Dios. San José enseña con su vida que, cualquier cosa que desempeñe el hombre no debe permitir que su serenidad, silencio y quietud interior sean turbados por nada.



SEPTIMO DIA


El silencio de San José



El Evangelio no nos da ni siquiera un palabra de más sobre San José, aunque él no es un simple figurante, sino un protagonista en el Evangelio de la infancia de Jesús.
Del silencio exterior que caracteriza y distingue a San José, pasa al silencio interior espontáneamente.


¿Qué significa silencio interior? Significa hacer callar todas las otras voces para escuchar sólo la voz de Dios.


Dios habla de muchas maneras, a todos y siempre, pero el hombre voluntariamente no lo escucha porque está más seducidos por mensajes que estimulan los placeres desordenados y por metas no apreciables a la luz de Dios.
Dios habló al corazón de José, libre de inútiles afanes humanos. José vivió en unión con Dios constante y dialogante.


Sólo el silencio interior es capaz de transformarse en un diálogo, rico en amor, con Dios y en una disponibilidad generosa hacia los hermanos. Hablar del silencio interior de San José significa presentar a un hombre rico en vida interior y atento a la realidad exterior.


San José ha sido proclamado patrón de la Iglesia Universal, ya que con amor, con diligencia, incluso a costa de privaciones, incomprensiones y sufrimientos, protegió al pequeño Jesús. Ahora, con su poderosa intercesión, defiende a la Iglesia de los peligros que atentan a su existencia, integridad y unidad, porque la Iglesia es el sacramento de Cristo; en la Iglesia y por la Iglesia, Cristo está presente en el mundo.


San José protege la unidad y la concordia de las comunidades familiares, religiosas y eclesiales, de las divisiones, incomprensiones, personalismos y errores.



OCTAVO DIA


El abandono a Dios de San José



Abandonarse a Dios significa decir sí a Dios con el corazón y la voluntad, cuando el hombre está tentado de decir que no. Abandonarse a Dios, al principio, puede provocar un profundo desgarro que progresivamente es reabsorbido a medida que el hombre consigue alzarse a una visión de fe vigorosa y serena. San José tuvo siempre presente este fragmento de Antiguo Testamento: "Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, vuestros caminos no son mis caminos- oráculo del Señor-.  Porque cuanto aventajan los cielos a la tierra,así aventajan mis caminos a los vuestros y mis pensamientos a los vuestros" (Is 55,8-9).


Uno de los pecados más frecuentes y graves de nuestro tiempo es la pretensión del hombre de imponer a Dios programas, métodos y soluciones que, en su orgullo y en su estupidez, considera mejores.


San José ofrece a la Iglesia su modelo de vida, sometido serenamente y abandonado confiadamente a Dios.


Se abandonó siempre a Dios, incluso cuando estaba desgarrado en el alma y en los afectos, cuando vivió situaciones humanamente incomprensibles y dramáticas: la maternidad misteriosa de María, la huida a Egipto, la pérdida del niño Jesús y los silenciosos años de la vida en Nazaret. Las pruebas a las que fue sometido San José, fueron muy fuertes y sus sufrimientos muy dolorosos, pero su abandono a Dios fue perfecto y convencido.


San José dio su aportación silenciosa, pero válida, a la obra redentora de Jesús, que lo ha llamado con el dulce nombre de abbà: padre.



NOVENO DIA


La muerte de San José



San José entra en silencio en la narración evangélica y sale de puntillas. Sabemos sólo que durante los años que vivió con Jesús y María en Nazaret trabajó como "carpintero" (Mt 13,55), pero de su muerte, cuándo y cómo ocurrió no sabemos anda.


José es presentado en el Evangelio como justo (Mt 1,19) y el significado que hay que dar a esta palabra no es solo "perfecto delante de la ley" sino sobretodo "el que ha conseguido una perfección moral". La expresión "justo" encuentra su colocación en las bienaventuranzas: "Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados" (Mt 5,6), y aquí la justicia indica los bienes espirituales que Dios da al hombre con la salvación. El esposo de María "en su hambre y sed de justicia" estuvo abundantemente saciado porque extrajo, a manos llenas, de la fuente de la gracia: Dios Omnipotente.


Cuando estaba en casa o trabajaba o estaba en compañía de su hijo putativo, a José le bastaba alzar la mirada para ver a Dios Hijo y adorarlo unido a Dios Padre y a Dios Espíritu Santo.


Con la Santísima Trinidad hubo una unión ininterrumpida, una estrecha relación y un coloquio personal. Ríos de luz y de gracia inundaron y enriquecieron el alma de San José.


Aquel que es "justo" durante la vida se presentará a Dios rico en "justicia" en el momento de la muerte y Dios lo acogerá en sus brazos con infinito amor. San José, durante el paso de la vida a la muerte fue asistido por Jesús, que oraba con el padre putativo y le sugería las palabras que José repetía cada vez más débil físicamente, pero con mayor fe, esperanza y amor.


María estaba unida en este coro de oraciones y ante su mente discurrían los años pasados junto a su casto esposo en la oración, en el ocultamiento, en el sacrificio, en la meditación de la Palabra de Dios y en el amor a Dios y al prójimo.
San José estaba sereno, confiado porque sus manos estrechaban las manos del Hijo de Dios, su hijo putativo y las de la Madre de Dios, su purísima esposa.
El humilde San José se durmió en el beso de Dios Hijo y se despertó en el abrazo de la Santísima Trinidad.

Texto elaborado por el Hno. Giancarlo Jesús, OSJ.